Nacionalismo: frente a la amenaza de guerra y para fortalecer su autoridad sobre la población, los Estados desarrollaron una campaña propagandística destinada a resaltar los valores nacionales y la lucha contra el enemigo externo.
Colonialismo: la necesidad de nuevos mercados para exportar manufacturas e importar materias primas, llevó a las potencias europeas a conquistar nuevas tierras por medios bélicos.
Crisis de los balcanes: dado el enfrentamiento entre los imperios ruso y austro-húngaro por su dominio en la región, ambos Estados debieron demostrar su dominio sobre el adversario a través del despligue de la carrera armamentista.
El sistema de alianzas: permitió la colaboración de las diferentes potencias unificando sus esfuerzos y sus desarrollos tecnológicos para sacar ventaja sobre el enemigo
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